El mar se bate a unos cien metros de esta original playa
Es una playa de interior, sin salida directa al mar. Está formada por arena blanca, pero el Cantábrico se bate a unos cien metros y sólo se cuela por debajo de los acantilados.
Con forma semicircular, tiene unos treinta metros y está en el fondo de unas praderas. Sus aguas tienen una profundidad de apenas un metro.
Sólo se puede llegar a pie. El coche se deja en el pueblo de Buelna y desde ahí a la playa hay unos quince minutos caminando.