Un cala al abrigo de los acantilados y el mar
El Oso es una pequeña cala de apenas cien metros de longitud a la que se puede acceder desde la playa de La Franca durante la bajamar.
El arenal está escondido entre dos montículos, salpicado de rocas y batido por fuertes vientos y por un incansable oleaje. Es tranquilo y registra una baja ocupación incluso en pleno verano.