Una cómoda pista forestal nos lleva por la cresta de la sierra de Carondio, donde el estudio de impacto ambiental para el parque eólico que hoy encontramos aquí nos descubrió un rico patrimonio arqueológico, convertido hoy en esta ruta que nos descubre este magnífico paisaje del occidente asturiano desde esta atalaya, al tiempo que nos transporta a los comienzos de nuestra civilización.
La vegetación está dominada por el brezal tojal, salpicado de pastos y algunas manchas forestales de pino en la parte alta. Los bosques autóctonos se sumen en las vaguadas y profundos valles hollados por el agua sobre estas tierras. Y en el camino, restos de necrópolis tumulares, cazoletas (pequeñas concavidades excavadas en la roca) y antiguos campamentos romanos.
Y en lontananza, un paisaje de montes separados por hondos valles, en una ruta que va en parte paralela al Camino de Santiago que vemos pasar por el monte situado más al Sur, a la altura del puerto del Palo bajando hacia Montefurado. Historia, paisaje y naturaleza en un mismo lugar.