En la plaza del pueblo, frente al monasterio cisterciense y un hórreo de pizarra, comienza nuestra ruta, que nos va a llevar por valles y bosques en zonas altas o cruzando el río. Disfrutaremos de un paisaje de lo más variado con el que se entremezcla la etnografía para explicarnos la vida en la zona y también el propio paisaje.
El valle moldeado por el río tiene una zona inferior fértil donde se asientan la ferrería y el Ecomuseo del Pan, y unas laderas salpicadas cuándo por bosque mixto, cuándo por matorrales de brezal tojal que les dan color.
Podemos respirar tranquilos caminando por estos bosques al ver los líquenes, que, colgando de los árboles, nos indican la pureza del aire que entra en nuestros pulmones. Una manera perfecta de conocer parte del concejo de Villanueva de Oscos.
