Por increíble que parezca entre dos zonas industriales y cerca de Oviedo, la naturaleza se abre paso junto al río Nalón a lo largo de todo este recorrido. El río es el eje principal en torno al que gira todo, la flora, la fauna e incluso las rocas.
Estamos en una zona de roca caliza en la que encontramos dos escuelas de escalada: la de Manzaneda, más arriba de Olloniego, y la de los Navalones, en plena ruta, en la zona más estrecha del paso del río en el que éste ha excavado la roca abriendo este acceso.
En el río, alisos, arces y chopos se encargan de estabilizar el cauce, y dentro de él, ánades reales, gallinetas y fochas son fáciles de divisar nadando en medio del cauce o semiescondidos entre los cañaverales.
Un precioso y sencillo paseo por una pista para bicicletas que podremos hacer caminando o pedaleando al lado de la ciudad, para desestresarnos del ritmo de ésta.