La Colegiata de Salas y el Palacio de Valdés Salas o la Torre de Salas, contemplan el comienzo de la senda a la Cascada de Nonaya y el paso de miles de peregrinos que cada año recorren esta parte del Camino de Santiago, cuya salida de Salas nos guía a la cascada en su mayoría.
Un paseo cargado de historia, de antiguas minas, de paso de peregrinos, de puentes de piedra que representan la ingeniería del pasado, de vegetación que lo inunda todo y que va siguiendo el curso del río Nonaya, repleto de truchas y anguilas, desde que salimos del pueblo de Salas.
En menos de una hora llegaremos a la Cascada de Nonaya, pequeña pero preciosa, en un entorno envidiable, con chorros que salen por izquierda y por derecha, en medio del bosque, como salida de la nada.