Casi en los confines occidentales de Asturias, el Camino de Santiago nos acerca a Galicia disfrutando de la costa, de sus pueblos y, sobre todo, de sus playas, con joyas como la playa de Penarronda, declarada Monumento Natural.
Este arenal destaca por su sistema dunar, en el que se refugian varias especies protegidas de flora. Entre la fauna de los acantilados cercanos de los islotes de las Pantorgas podemos ver ostreros o cormoranes moñudos, pero sin duda la estrella es la nutria, que aparece de forma ocasional en el arroyo de Penarronda.
No podemos dejar de visitar las playas de Santa Gadea, Mexota y Serantes, todas de camino, y disfrutar de cada una bien durante el paseo o yendo después a ellas.
Y el colofón es llegar al área recreativa sobre la playa de Arnao, después de pasar otra junto a una laguna, y disfrutar de la desembocadura del Eo, la mayor ría asturiana.