Pasando por el visu y la portilla, descubrimos el valle de Xomezana, tallado por el río y en el que bosques de robles, abedules y hayas, así como rodales de acebos, cubren las empinadas laderas, interrumpidos por los pastos que salpican este paisaje que se abre hacia el valle del Huerna, punto de salida de Asturias hacia la Meseta.
En un terreno variado, las pizarras dominan la parte baja del valle y en la alta dan paso a las calizas, donde podemos encontrar cuevas, dolinas, simas…
La proximidad de Ubiña nos acerca también al karst. Lobos y jabalíes dominan la fauna vertebrada, y no es raro encontrar buitres todo el año o alimoches en verano.
Una pista cómoda la mayor parte del trayecto para disfrutar de un paisaje increíble.